Al sombrerón le gustan los caballos de buena sangre y las mujeres bellas de cabello largo.
Cuentan que el sombreron les da serenata a las muchachas para que así se enamoren de él o simplemente para ganar su alma o espíritu.
A Las jovencitas les trenza el cabello como en señal de que se adueña de ellas, estas. Las
trensas únicamente pueden deshacerse con agua bendita o les tienen que cortar el cabello. Cuando esto ocurre, el sombreron llega con el padre de la muchacha y quiere pedir su mano; para evitar que este se lleve a la joven, el padre debe entregarle un pedazo de tela negra y un jabón, y decirle que debe lavar la tela hasta que esta se vuelva de color blanco, así el sombreron se desespera y se marcha en busca de otra muchacha.
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